que van y vienen
y me recordaron que en este mundo
nada es permanente.
Nada es permanente...
Ni los suspiros,
ni las miradas,
ni las sonrisas...
Nada es permanente.
Pero,¿sabes qué?
No me entristeció lo más mínimo
Pues yo prefiero lo efímero;
Los llantos efímeros,
las tristezas efímeras..
Mejor una sonrisa de un instante que una pena de una vida.
¿Qué puede haber peor que vivir eternamente?Y entonces te miro
y suspiro
y pienso que lo peor habría sido
no haberte conocido.
Marta
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