Te enfadarás con las personas que quieres mil y una vez, y te reconciliarás con ellas mil y dos veces más, porque por una razón u otra sabes que la quieres y que sin ella nada sería lo mismo. Es difícil, sin duda, admitir los errores y dar tu brazo a torcer, pero sin duda es más difícil aun aprender a vivir sin esa persona que te ha dejado el corazón hueco y desnatado.
Los momentos en los que te enfadas puede que no sean por nada en especial, puede que simplemente el vaso deje de estar medio lleno y lo encuentres medio vacío, y será en ese momento en el que estallaras haciendo que los mil proyectiles de ti acaben destruyendo el alma de la otra persona, de manera inocente quizás, pero lo harán.
Es por esto por lo que yo prefiero mil veces más, pequeñas broncas que grandes discusiones, porque al fin y al cabo, todos cometemos errores (a veces queriendo, a veces sin querer) pero siempre es mejor que en vez de reprocharlos todos de golpe se haga poco a poco.
El mundo está lleno de cosas que te harán feliz, de cosas que te harán llorar, pero amigos solo hay unos cuantos de verdad, el truco está en saberlos apreciar día a día con una sonrisa, porque no se pide más. Tan solo pequeños actos que te hagan grande. Porque como también dice el refrán "no es más rico el que más tiene, si no el que menos necesita". Y yo, solo te necesito a ti, lector/ora.
Firmado, una morena.
ALEJANDRA
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