viernes, 28 de septiembre de 2012

Sólo intentaba brillar en un mar de nubes.




El mundo está lleno de problemas, de nubes más o menos oscuras, y de nubes más o menos tristes. Pero también está lleno de estrellas, estrellas que brillan de noche y de día,.Solo podemos alcanzar a ver algunas, aquellas que consiguen brillar de verdad. Existen muchos tipos de brillos: el brillar de un amor, el brillar de la felicidad, el brillar de la satisfacción... Pero el más puro y pleno que existe es aquel que se define como propio, es un brillo único en cada estrella. Un brillo que hace que todo lo que rodee a la estrella parezca hechizado. No es necesario tener un don para ser una estrella completamente brillante. No es necesario ser inteligente, atractivo, educado... de hecho, nadie sabe lo que es necesario realmente, simplemente brillas o no, todo depende de ti. Pero ella no quería aceptarlo, no quería ser una estrella apagada, una estrella triste. Ella quería brillar, quería dejar atrás la tristeza y el dolor y ser plenamente libre, pero se esforzó tanto que acabó estallando. Ver estallar a una estrella, por el motivo que sea, es lo más majestuoso y triste que se puede ver en este mundo, algo irremediable. Ella no era una estrella excesivamente malvada, ni excesivamente arrogante, pero como muchas otras estrellas, había obviado sus propios límites. Podría haber sido una estrella brillante, de aquel brillo que muchas estrellas consiguen, y que otras no necesitan conseguir porque ya se sienten completas, o porque no lo creen merecido. En realidad, habría sido una de las estrellas más hermosas y brillantes que han existido. No porque fuera perfecta, ni mucho menos. Tenía tantos defectos como virtudes, pero eso no era lo que la había hecho estallar. Simplemente no se dejó llevar. Se encerró en su mundo lleno de definiciones exactas y rechazó a aquellas estrellas a las que tanto había admirado tiempo atrás. Y eso, la soledad, es algo que ni las estrellas ni ningún ser vivo pueden resistir.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Una imagen vale más que mil palabras


Culto a lo femenino


Bajo la antigua Roslin el Grial
con impaciencia espera tu llegada.
Custodios y guardianes serán
por siempre el cáliz y la espada.
Adornada por artes de maestros,
ella reposa al fin en su morada
y el manto que cubre su descanso
no es otro que la bóveda estrellada.



El Código Da Vinci (Dan Brown)

La belleza.




A pesar del agotamiento no me cansaba de observar las calles, las casas intentando imaginar qué vida podría desarrollarse tras aquellos postigos de colores. Me acuerdo muy bien del barrio musulmán. De Acheen Street. De los hombres que corrían hacia la oración de la noche con una faja de tela bordada en la cintura. De los hadji que habían peregrinado a La Meca, los cuales lucían una túnica blanca y un gorro negro como signo de sabiduría. NO debíamos de estar lejos de la mezquita, pues la voz del almuecín sonaba a intervalos regulares por las estrechas calles. Bajos las arcadas, a la sombra de los tenderetes, se movían siluetas de mujeres tapadas con velo de cabeza a pies, cuya irreal belleza, tras tantas atrocidades, me embriagó como un vaso de alcohol fuerte.
Se piensa que el velo oculta a la mujer, que le reduce a una sombra momificada. Al contrario,al protegerla de las miradas el velo sublima belleza, la hace misteriosa y diáfana, deja que la imaginación se encargue de crear rasgos a partir de unas pupilas apenas vislumbradas por unas pestañas negras o, ante una mano fina que sobresale de una manga, invita a pensar en las caricias que doblegarán aquel cuerpo prohibido. Protegida en un estuches, la mujer se convierte en joya. La fea se adorna con las virtudes de la hermosa. La hermosa aviva la pasión con el aire de la modestia.

Las Orquídeas rojas de Shanghai (Juliette Morillot)

Cielo, Infierno y Tierra


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<<¿Crees que hay un cielo o un infierno?>>
-No lo sé, NO creo en el cielo y el infierno cristianos, si eso es lo que quieres saber. La gente tiene derecho a creer lo que le dé la gana. Yo, simplemente no creo.
<<NO digo como en la Biblia, sigo si crees que pasa algo cuando alguien se muere.>>
-Supongo que no pienso en esas cosas tanto como debería. Cuesta creer que tenga importancia, cuando de todos modos queda el mismo trabajo por hacer. Sin embargo, muchas personas creen que es un asunto importante, y si lo creen, entonces lo es para ellas. Pero tienen que buscar la respuesta por sí mismas.
<<Si alguien viniera aquí y te diera una prueba irrefutable, ¿actuarias de otra forma?
Ella negó con la cabeza.
-Creo que lo mismo daría que alguien viniera y nos dijera que el lugar en el que estamos es el cielo, la tierra y el infierno, todo a la vez. La gente simplemente se las va arreglando como puede y se da por satisfecha si no comete demasiados errores.
<<Me gusta eso. Esto es el cielo, la tierra y el infierno.>>

La historia de Edgar Sawtelle (David Wroblewski)





Posible e imposible


<<No hay nada imposible; tan solo los límites de nuestra mente definen determinadas cosas como inconcebibles. Muchas veces es preciso resolver varias ecuaciones para admitir un razonamiento nuevo. Realizar un trasplante de corazón, hacer volar un avión de trescientas cincuenta toneladas y caminar por la Luna ha exigido mucho trabajo y más imaginación aún. Así que cuando los sabios más sabios afirman que es posible trasplantar un cerebro, viajar a la velocidad de la luz o clonar a un ser humano, yo me digo que en definitiva no han aprendido nada de sus propios límites, los de considerar que todo es posible y es cuestión de tiempo, el tiempo de comprender cómo es posible>>




Ojalá fuera cierto (Marc Levy)

¿Por la vida eterna?


No, yo no la mataré, no quiero la vida eterna, ese mundo que prometéis no es mejor que este.
Sin dolor ¿Cómo sabría que era amor lo que sentía junto a ella?
Sin las burlas de la gente ¿Cómo hubiera sabido quienes eran mis verdaderos amigos?
Sin una lágrima no puede existir una sonrisa, si no se conoce la muerte no se puede apreciar la vida.

 

 
El Anhelo del Destino (Javier Bolado)